El phishing es una práctica destinada a obtener fraudulentamente datos bancarios personales, haciéndose pasar por la entidad bancaria legítima. El fraude más extendido es el cargo no autorizado en tarjeta de crédito. En la mayoría de los casos, el estafador consigue que el cliente le proporcione datos a través de un engaño, de ahí que la entidad bancaria, ante la reclamación de la víctima, eluda su responsabilidad. Por tercer año consecutivo, es el motivo más reclamado en el Banco de España. La brecha de seguridad es innegable, y la pasividad de los bancos, sancionable.